El juego es como la ocupación de un niño. A través del juego, los niños aprenden sobre su entorno. Tiene un papel muy importante en la vida de un niño, al igual que comer comidas equilibradas, dormir bien por la noche e ir a la escuela. Aparte de que el juego potencia la creatividad y la imaginación, mejora la alfabetización y promueve el desarrollo cognitivo.
Estas son las 3 razones principales por las que deberíamos animar a nuestros hijos a jugar:
1. El juego fortalece el bienestar emocional y conductual.
Dicen que la experiencia es la mejor maestra, jugar también. El juego les enseña a nuestros niños a leer mapas de su entorno de la manera que saben. Si juegan con otros niños, aprenden a compartir, resolver sus desacuerdos e incluso expresar sus pensamientos. El juego puede hacer que nuestros niños estén más relajados, menos irritables y mejorar su autoestima.
2. El juego promueve la independencia.
Los padres siempre dirigen a los niños sobre qué, cómo y, a veces, por qué deben hacer las cosas. Al jugar tienen la libertad de decidir sus propias reglas y juegan en sus propios términos. Llegan a ser el líder y el que tiene el poder de mandar.
3. El juego mejora la condición física .
Los niños están programados para ser físicamente activos. Anime a sus hijos a reducir el tiempo que pasan frente a la pantalla y a participar más en actividades físicas. Los niños físicamente activos no sólo tienen cuerpos sino también mentes más sanas.
Los niños necesitan tener ese espacio y libertad para explorar cosas que les interesen, como jugar al aire libre, ir a los parques infantiles, interactuar con otros niños y simplemente ser ellos mismos. Sin embargo, ocurrió el COVID y la mayoría de las cosas que los niños disfrutan hacer al aire libre ahora tienen que hacerlas dentro de su casa. Ahora se desaconseja, si no se prohíbe, jugar al aire libre.